El primer día de cole de Alberto

El lunes fue el primer día de cole de Alberto. Ha empezado 1º de Educación Infantil en Cartagena. Estábamos delante de la puerta esperando a que nos abrieran y todo bien. El peque no estaba nervioso ni nada. Al empezar a entrar sus compañeros, todo seguía bien. Ahora, cuando dijeron su nombre y le intentaron colocar el cartel con su nombre, todo se fue al garete: llanto, rabieta, agarrado a la pierna de su madre… en fin, ya sabéis como es esto.

Por lo visto en el colegio están acostumbrados a esto. De dentro de la puerta salieron dos pares de brazos que agarraron a Alberto y se lo llevaron para adentro. Imaginaos como nos quedamos Laura y yo al ver desaparecer al pequeñín llorando en brazos del monitor. Según doblaba la esquina, yo pensé: madre mía, vaya mañana va a pasar el pobre. Va a odiar el cole. Eran las 0930 y tenía que estar hasta las 1250.

Pues al parecer fue todo bien. Cuando la Laura lo recogió a mediodía, la profesora le dijo que había ido todo bien, sin problemas. Él también decía que se lo había pasado bien, que había jugado mucho. Era evidente que decía la verdad puesto que traía media barra de plastilina azul debajo de las uñas… También nos dijo la profe que había ido al baño él solito y todo.

Cuando me lo contó Laura me quedé muy aliviado. Había estado toda la mañana pensando en el pobre. Y el las consecuencias que podría tener el que le cogiera manía al cole. Por ahora parece que le gusta. Dice que es el «cole rojo» (por el color de los muros, malpensados), y que tiene muchos toboganes en el patio, uno «grande y rosa» y otro «pequeño y rosa».

Así que estoy muy contento porque parece que se está tomando bien la vuelta al cole. A ver si dura.

Christophe.